neurorradiología

23 ene 2012

Metformina y contraste iodado (Metformin and iodinated contrast)

Todavía no está resuelta la vieja polémica sobre las recomendaciones a pacientes que, estando a tratamiento con metformina, son sometidos a una prueba radiológica que suponga la administración intravenosa de un contraste iodado. La metformina, un hipoglucemiante oral que ayuda a algunos diabéticos a controlar su enfermedad, parece incrementar el riesgo de acidosis láctica tras la administración de contrastes iodados, sobre todo en pacientes con problemas de función renal. En 1998 la recomedación del ACR (American College of Radiology) consistía en suspender la metformina en el momento del procedimiento y reinstaurarla tras 48 horas sólo tras comprobar la normalidad de la función renal. Se abandonaba así la vieja recomendación de suspender la metformina 48 horas antes de la administración intravenosa del contraste iodado. En el año 2010 la ACR elabora una nueva guía, ligeramente más compleja, cuyas recomendaciones se basan en la existencia o no de alteraciones en la función renal y comorbilidades (insuficiencia hepática, alcoholismo, insuficiencia cardíaca, isquemia miocárdica o muscular periférica y sepsis o infección severa) que tiene la ventaja o el inconveniente de ser más interpretable que la anterior (razón por la cual algunas instituciones, por ejemplo el Departamento de Radiología e Imagen Biomédica de la Universidad de California San Francisco, prefirieron seguir utilizando las recomendaciones previas). Otras instituciones elaboran sus propias guias. Pero existen discrepancias entre las recomendaciones de unas y otras instituciones. Para los que quieran profundizar un poco en la polémica o aclarar su punto de vista, la neuroimagen sugiere hoy la lectura de un interesante artículo enfocado desde la Medicina Basada en la Evidencia que unos investigadores australianos publican en Radiology en enero de 2010, en el que hacen una revisión crítica y una comparación de cinco guías actuales para el uso de medios de contraste iodados en pacientes que toman metformina, poniendo de manifiesto una serie de inconsistencias que inducen a pensar que esta cuestión todavía no está zanjada.
Stacy K. Goergen, Gregory Rumbold, Gregory Compton,Claire Harris


7 ene 2012

Quistes de Tarlov (Tarlov cysts)

tarlov

Mucho ha llovido desde que Isadore Max Tarlov (neurocirujano estadounidense, 1905-1977) publicó su primera descripción de los quistes perineurales de raíces espinales que todavía hoy conservan su nombre (Tarlov IM. Perineurial cyst of the spinal nerve roots. AMA Arch Neurol Psychiatry. 1938;40:1067–1074). Y sin embargo esta polémica y misteriosa alteración sigue constituyendo frecuentemente un incómodo hallazgo en estudios de resonancia magnética de la columna. Tratar de certificar o descartar que una lumbalgia baja o una lumbociatalgia es consecuencia de la existencia de uno o más quistes de Tarlov puede resultar aventurado. Y la necesidad y el pronóstico de un eventual tratamiento quirúrgico puede verse impregnada por una dosis considerable de incertidumbre con el consiguiente desasosiego de paciente y cirujano. Afortunadamente el tamaño, la localización y las manifestaciones clínicas pueden ayudar a establecer un veredicto de culpabilidad, pero no hay que olvidar que la mayoría de las veces los quistes de Tarlov constituyen un hallazgo casual en pacientes asintomáticos o con síntomas atribuíbles a otras alteraciones.
Si os interesa el tema os sugiero la lectura del siguiente artículo que ni es actual ni es la publicación original de 1938 pero tiene el encanto de estar firmada por Tarlov, y un atractivo sabor añejo.

Tarlov IM. Spinal perineurial and meningeal cysts. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 1970 Dec;33(6):833-43.